sábado, 28 de junio de 2008

Feliz Día del Orgullo Gay (para los que estén orgullosos)




Hoy, 28 de junio, es el Día Internacional del orgullo Gay. Recién me entero.

De hecho sabía que había este día por los reportajes y las noticias en años anteriores, pero jamás, hasta hoy, supe la fecha exacta del día de celebración, y lo más probable es que pronto lo olvide.

Yo no pienso celebrar el Día del orgullo gay porque no me siento orgulloso de ser gay; sería como estar orgulloso de ser negro, blanco, cholo o colorado ¿No me voy a poner orgulloso de mis genes, no? estar orgulloso de ser gay sería como estar orgulloso de alguna rara imbricación genética o de factores equis en el entorno psico-social. Definitivamente no estoy orgulloso de ser gay, como tampoco lo estoy de ser hombre ni de mi color de cabello ni de mi estatura, etc. Estoy orgulloso, por el contrario de mis logros como estudiante, de mi responsabilidad al trabajar, de mis notas al fin de ciclo, siempre y cuando éstas sean buenas.

La posición de los homosexuales en esta sociedad machista casi mundial es, aún en nuestros tiempos (y debería decir que tal vez aún en nuestro hemisferio y ni hablar en Oriente) es casi, casi marginal. Nos ven como anormales, como raros, equivocados, un accidente, etc. Es nuestro deber, más que estar orgullosos de ser gay, estar orgullosos de ser exitosos sin ser transgresores, y cuando triunfemos en algo: chau a la falsa modestia, y más propiciamente en esas situaciones decir (no gritar ¿Por qué gritar?) abiertamente “soy gay”.

Por eso es que quizás no me gustan ese tipo de marchas por el orgullo gay (pero fácil iría hoy si no estuviera esperando a gente para hacer un trabajo de la u), por escandalosas, por grotescas y vulgares.
¿Por qué en un carro alegórico, lo que define al epítome del homosexual es el tipo en calzoncillo y con franjas de cuero? ¿Por qué el gay tiene que ser la drag queen? ¿Por qué el gay tiene que ser el travesty que va gritando y bailando el ‘chocho loco’, o ‘se me calienta la chichi’ y demás hits de los lunes de ambiente del capital? No pues, nada de eso. No estoy diciendo que un travesty sea malo, para nada, quién sería yo para decirlo. Al contrario, cuando le dije a mi buen padre que era gay me dijo en algún momento después algo así como ‘No vayas a ser una loca o un marica’, algo así, ya casi ni lo recuerdo; más tarde me puse a pensar “Yo no soy travesty ni quiero serlo ni nada de eso, pero ¿Qué pasaría si yo fuera del tipo de gay que quiere travestirse y aparentar ser una mujer?”, al plantearme esa suposición me sentí casi aterrado.

Por eso no me gustan los Días del orgullo Gay, ni siquiera en San francisco o Nueva York*. Porque aunque el que este subido en el carro de algún club gay neoyorkino sea un dios griego marcadito y con cuerpo aceitado, y no el desbordado Juan Carlos Ferrando del carro del Down Town, los dos brindan la misma imagen, por un lado lasciva y por el otro lado escandalosa de ser homosexual.

Pamplinas, yo soy gay…cabro si quieres decirme así, pero no soy ni un puto PIMP, ni un traca. Para los conservadores: Feliz Día del orgullo Gay (y no pienso decir esto nunca más).



P.D.: Saludos a mis dos primas que, sin ser homosexuales, van a ir a la marcha de hoy.


*No puedo dejar de derretirme por los tipos que salen en los Gay Pride Parade, que buenos están, muy aparte de mi posición :), fíjense nomás en estos angelazos (q poco serio!)



jueves, 26 de junio de 2008

Quién eres en realidad...


Auto aceptarse es difícil, sobre todo cuando tu belleza es apreciada generalmente sólo por tu mamá. La historia que cuento ahora es acerca de castillos en el aire y de cómo se derrumban.

A mi jamás me ha gustado creerme nada que no soy, tal vez a veces se me infla el ego y puedo pisar algunos cuantos huevos cuando caminos pero es una licencia que puedo permitirme como compensación a mi usual baja autoestima, pero al toque nomás me bajo de mi nube y vuelvo a quererme tal y como soy. Yo siempre he sido el primero en reventar las burbujas en las que tal vez he querido meterme, yo mismo me repito siempre y delimito muy bien lo que soy y lo que no soy. Porque vivir en una mentira, qué estresante debe ser, qué responsabilidad con uno mismo: tener que andar cuidando que el relleno de la empanada en la que se ha convertido tu vida no se salga por ningún lado a la mínima presión. Siempre he sido el primero en bajarme de mi nube aunque tal vez sea a veces muy duro conmigo mismo.

Me cuesta demasiado trabajo mentir, se me ocurrirían mil cosas para contar en este blog, pero si me demoro a veces en postear es porque no me quiero inventar nada. Si entras a un Chat gay ¿Te has dado cuenta de que el 90% vive en Miraflores? ¿Raro, no? ¿Y que todos son “trigueños claros”? Nadie es “trigueño” o “mestizo”, todos son “trigueños claros”, que eufemismo.

Yo recuerdo mucho que a mis amigos les conté sobre mi amor escolar, el popular T, todos ellos habían estado convencidos hasta hace muy poco de que T y yo habíamos llegado a algo más que tocarnos superficialmente en las clases de geopolítica. Cómodo podría haberme resultado decir “Sí, claro, él y yo estuvimos y pasó algo y muchas veces”, pero ¿Por qué decirlo si no es cierto? Podría quedar mejor, en un lugar más digno, pero, no, gracias, prefiero vivir desacreditado por los demás que desacreditado por mi mismo que sería aún peor.

Todo esto de mi excesiva sinceridad se me viene a la mente por que mis amigos y yo estamos casi pasmados por alguien cercano a nosotros que ha montado todo un teatro en torno a si que ya ni el* se lo cree.

A es muy inseguro de si mismo, aunque sus actitudes harían pensar todo lo contrario: altanería, dominio de las situaciones, plena seguridad en si mismo…aparente, claro está. Sucede que A se ha vuelto muy amigo de B. A y B pasan muchas horas del día juntos y entre ellos dos se ha formado una gran amistad. A nos dijo a mis amigos y a mi que estaba con B. Nos salió con mil cuentos: que habían quedado en no contárselo a nadie, en que B era muy tímido. Yo ya empezaba a dudar, mis amigos me dijeron “A es mi amigo y le doy el beneficio de la duda”, pobres tontos, o sea que porque alguien es tu amigo ¿es menos mitómano? A nos sorprendió un día diciéndonos que esta tarde lo haría público, que le contaría a todos con su romance con B. Más tarde, ese mismo día, resulta que habían tenido una discusión ¿Qué momento más oportuno para pelearse no?

Las patrañas de A llegaron más lejos, al punto de volverse noica por si alguien le preguntaba a B cómo iba su “relación con A”; obviamente B lanzaría un “¡¿¿¿Qué mierda estás hablando!???” al no existir esa relación. Un día que mis amigos y yo salimos con B le preguntamos si no había habido nada, tu sabes, tanto tiempo juntos, tanta confianza, tanta amistad, la respuesta de B fue más que contundente: “¿Tu tienes una hermana y sabes a lo que me refiero. Lo que sientes tu por tu hermana es lo que siento yo por B?”. Mi cara fue de: ‘yo se los dije’.

Así incurrió en más mentiras que no quiero contar porque me da flojera y porque ya llegué a demostrar a lo que me refiero cuando digo que vivir de mentiras es algo realmente muy patético, nada mejor que saber de uno mismo, saber sus cosas malas para a partir de ellas saber cómo mejorarlas.

Personalmente es algo que yo no puedo, prefiero tener los pies bien puestos sobre la tierra que volar bien alto y después, cuando me caiga, todo será más doloroso. No quiero presumir de un departamento en Miraflores el cual no tengo, de un polo Dolce & Gabbana que me costó 20 soles, de un novio que no tengo, y menos aún me inventaría caricias que no me han dado. Presumiré de ti cuando te tenga, novio que vendrás.

*Por temática del blog he utilizado el género masculino, lo que no significa que A y B sean hombres los dos...

A ver si no se creen todos los modelos que se ven por ahí:

viernes, 13 de junio de 2008

Me gustas


Llegan momentos en la vida en los que uno tiene que jugárselas y actuar, materia en la que yo no salgo aprobado precisamente, por el contrario: es mi trica y debo puntos (sólo con recordar lo que me pasó hace exactamente una semana…pero eso es otro post). Sin embargo, hoy por primera vez le dije a alguien que me gustaba en serio.

En esta tarde fría decidí jugármela por un chico que me gusta demasiado, pero no sé si él sienta lo mismo. Entonces, para no parecer un asqueroso Emo* decidí hablar serio, de hombre a hombre con este chico, de esto hace 40 minutos o media hora.

Desde que lo conocí en el colegio, E se destacó por su simpatía (pero no precisamente de carácter, llegó siendo un chico un tanto díscolo), por su inteligencia, y por otras cosas más que no recuerdo muy bien, de eso ya cerca de ocho o siete años (no puedo creerlo). Llegó en tercero de secundaria causando la clásica conmoción de ‘el nuevo, el nuevo’. Yo no recuerdo cuándo nos hicimos amigos, según unas fuentes, al principio me odiaba, pero tal vez fue al siguiente año, en cuarto, cuando ya todos nos habíamos acostumbrado a su presencia.

E empezó una relación con una buena amiga mía, pero a el no le caían (odiaba a) sus amigas; de un día a otro su enamorada dejó de hablarle a sus amigas de toda la vida. Ante los ojos de todos, E la estaba manipulando y guiando en todos esos comportamientos extraños en una chica de 15 años. E también se fue volviendo cada vez más apático (y más guapo) conforme pasaban los meses. De pronto, entre gallos y media noche (en lenguaje escolar eso significa entre el segundo y tercer bimestre), E se fue del colegio con un escandalillo que aún yo no me entero bien, sólo oí algunos esbozos que tenían que ver con un latigazo, una pelea y un desvanecimiento. E no llegó a ir al retiro programado para ese fin de semana.

Años después yo seguía teniendo en mi Messenger a E, pero jamás hablaba con él porque el sabía de mi opinión acerca de su mala actitud con mi amiga que, de un día a otro se volvió muda por decisión propia, E también y se enteró que había vertido mis ácidas opiniones acerca de sus inconductas. El encargado de reunir a los que algún día fueron buenos patas fue mi mejor amigo del colegio, el buen ‘Gordo’ (no es gordo, así le digo), quien también tenía a E en el Messenger y, en todo caso, había sido un poco más cauto con él. En una de esas conversaciones de a tres trató de que solucionemos nuestras diferencias, y las solucionamos.

Desde ese día, E y yo hablábamos normal y eventualmente. En el año 2006 yo hice mi fiesta de cumpleaños, a pesar de querer mucho a E no lo invité porque sabía que él y mis demás amigos de la promo se odiaban, eso podría acabar en un episodio desagradable. E se molestó de sobremanera por mi 'falta de amistad' al no haberlo invitado. Ese mismo año escribí mis acostumbrados mails comunitarios por Navidad, pero no se lo envié a E porque sabía que era ateo. Ese 24 de diciembre E me saludó muy amablemente, como no hacía hace mucho tiempo, entonces decidí mandarle el mail a él también, horas después de haberlo mandado a todos mis demás amigos; me dijo que por qué no se lo había enviado antes junto con todos, que era un mal amigo.
- E, eres ateo ¿Cómo pretendes que te mande un mail navideños? ¬¬.- le pregunt.
Silencio total. E volvió a hacerme la ley del hielo. En verdad la cronología me juega una mala pasada, pero asumo que fue el año pasado, el 31 de diciembre, escribí mis también acostumbrados mails comunitarios por año nuevo mencionando a mis amigos más cercanos y dejándoles una pequeña dedicatoria. A E se lo mandé, pero me vino a hacer problema porque no le hice dedicatoria. FUCK OFF E!!! eres mi amigo, te quiero (me gustas) pero ¿!como quieres que te haga una dedicatoria si no nos vemos hace años y cuando me dices para salir a pasear simplemente no lo hacemos!? Así es, E venía desde el año pasado tentándome a salir con él.

A mediados del año pasado y reestablecida nuestra comunicación, E me habló un día contándome que se cambiaba de universidad, que ahora estudiaría cerca de la mía, que cuándo almorzábamos o cuándo un café…cuando quieras E, cuando quieras, pero no quedábamos en nada concreto y seguíamos hablando felices. E, sabiendo de mi homosexualidad me comenzó a lanzar coqueteos, alerta señores, alerta, un chico me está diciendo cosas medio bonitas. Un día, este año ya, me salió con que era bi, que no se fijaba normalmente en hombres y que sólo se había fijado en un chico de su universidad, de los últimos ciclos, y en mí. ¡Que bombazo!

Llego en día en que E me invitó a salir, pero cuando planeábamos todo, uy, que pena, se desconectaba del Messenger, piña pes…pero esto se repitió dos veces más. Y como a la tercera va la vencida, un sábado en el que yo me preparaba a almorzar sale su ventanita emergente invitándome al cine, pero en términos un poco más, digamos…directos, y como a buen entendedor pocas palabras, esa salidita al cine significaba “vamos a acostarnos” (no lo niegues E, me dijiste después del cine vamos a un lugar más privado, o algo así, no lo niegues, yo no soy mentiroso y recuerdo muy bien tus palabras, las recuerdo muy bien!), tan inocente seré yo que, no tan acostumbrado a las delicias de la carne, medio como que se me subió un poco la presión y empecé a temblar. Pero decidido y alentado por el dulce sabor del sexo, decidí ir a tu encuentro E, sería en Larcomar, ok, ¿A las siete te parece? ¿E? ¿Dónde estás? Desconectado. Esto ya no era coincidencia, me decidí a confirmarlo y, sí, E me bloqueaba.

Dejé pasar eso por alto desentendiéndome del tema, de eso ya varios meses, hasta que esta semana, hablando con una buena mujer y plantándole la situación de “ese chico se burlaba de mi, mira todo lo que me decía”. Esta sabia me volteó la torta y me lo planteó en estos términos: “¿No será que ese chico también tiene miedo y se te corre cuando tú quieres dar la iniciativa para concretar algo?”. Wow, mi panorama cambió, mi mente se abrió, mi visión de mi mismo tomó un color más tirando al amarillo y me puse a pensar en esa posibilidad.

Al empezar este post mencionaba la fría tarde que nos tocó vivir hoy, yo solo como siempre, pero sin ganas de caminar por el frío me puse a ver películas, pero no les encontraba el gusto, las paré y me encontré a mi mismo, a mi inconformidad. En esas cavilaciones estaba cuando se conectó E al Messenger. Harto y dispuesto a encontrar novio me decidí a encarar al ambiguo E. Me envalentoné y este fue el resultado:


Mau . . dice:
hola...
E dice:
hey
E dice:
como estas¿¿
Mau . . dice:
ahi, maso,. y tu?
E dice:
aburrido
E dice:
y xq maso??
E dice:
q ha pasado??
Mau . . dice:
nada, estoy solo y aburrido y he visto una película y no sé ya no quiero verla
E dice:
q pelicula??
Mau . . dice:
estoy echado en mi cama solo mirando al techo, ahora a la pantalla
Mau . . dice:
“the object of my affection”
E dice:
asuuu
E dice:
no la había escuchado
E dice:
pero estas bien
E dice:
bien
E dice:
solo q aburrido como yo?
Mau . . dice:
aburrido y triste
E dice:
pero triste
E dice:
xq??
Mau . . dice:
espero q esta vez no cortes o te desconectes o se te acabe el tiempo, o lo q sea. Cuando me decías para salir, no se, cosas así. Era de broma? Porfa E, se sincero, si ha sido una broma dime, ya me han hecho demasiadas en mi vida para no entenderlas, sólo dime si era para joderme manyas? Por favor, si noporq me decías todas esas cosas y pum, te desconectabas?
E dice:
t las decía en serio
E dice:
lo q pasa es q nunk coordinamos un día
Mau . . dice:
E, la vez q me dijiste q querías ir al cine estábamos coordinando y cuando estábamos viendo la hora...CHAU...desconectado
E dice:
Jajajaja las cosas no son como las estas planteando...
Mau . . dice:
dime cómo son porfa
E dice:
en serio, yo quiero salir contigo, x eso estas fastidiado??
Mau . . dice:
no estoy fastidiado sólo q hoy se me ha juntado todo y cuando me decías eso como q bravazo manyas? pero luego te ibas y yo me quedaba como q en el aire
yo no te estaba hueveando
E dice:
me caes de la pu... madre
Mau . . dice:
yo te caigo de pu...madre / a mi me caes de la pu...madre, y me gustas
E dice:
xq no me dijiste antes??
Mau . . dice:
si te dije...
E dice:
No nunk me dijiste
E dice:
Mau . . dice:
Sì, en todo caso...como te lo iba a decir..?
Mau . . dice:
bueno, entonces ya lo sabes E
Mau . dice:
oiensas decir algo? opiniones? quejas? sugerencias?
Mau . dice:
xq siento q estoy hablando como un imbecil y un arrastrado y a ti ni te importa....
E dice:
Nooooo, no digas eso, tu eres fuerte mau, no digas eso
E dice:
ni t sientas avergonzado
Mau . dice:
sigue en pie el café ese? o la película?
E dice:
Claro, xq no??



E, por lo que veo sigue indeciso, y yo sigo desconfiado, quiero confiar en el, pero su indecisión me desanima.

Me animo a hacer una encuesta, para ello debo plantar la situación: Yo le seguí insistiendo a E por salir y hacer algo, pero me salió con que hoy no podía y mañana tampoco, por dignidad no inisitì. La pregunta es: ¿Debo seguir insistiéndole en proponerle salidas a pasear? O ¿Debo dejar que èl me proponga salir, aunque sea muy probable que el JAMAS lo haga?.
(LLENEN LA ENCUESTA PORFA)

La único bueno que saco de esta anécdota es que me doy cuenta de que soy capaz de asumir mis sentimientos de frente y como el hombre adulto que soy, que he tenido el valor de preguntarle a alguien si es que esta jugando conmigo y hacerme a la idea de que tengo que aceptarlo en caso que fuera así. Después de la conversación con E tal vez mis esperanzas no habrán aumentado, pero me quité un peso de encima.

P.D.: Todo el tiempo que E me proponía salidas el tenía enamorada y la sigue teniendo
P.D.2: Miren la película, es buenìsima, no tengo idea de la msuica de ese video pero como que resumen las escenas: Jennifer Aniston se enamora de un gay y se arma un lío de la patada, es genial...

P.D.3: La foto es de otra pelìcula, no dirìa buena buena, pero si es bonita y entretenida. Además es una joya de lo bizarro: Sale nada más ni nada menos que santiago Maguil haciendo el papel de un gay que tiene que travestirse para reconquistar a su ex novio que se volvió straight (nuevamente) porque le cayó una bola de disco en la cabeza, y lo más bizarro aún, Maguil termina con Boy George, y la banda sonora es de Manzanita cantando Karma Charmeleon en español y en flamenco. Realmente imperdible: "I love you baby".

viernes, 6 de junio de 2008

Where have you gone Joe Di Maggio?




Conocí a ‘iBoy’ (obviamente no es su nombre, sólo que al igual que yo es un maclover) en enero o febrero del año pasado. Yo salìa de una crisis terrible y ya estaba, digamos, normal. Era un día de ocio e hice lo que (aunq no me crean) no suelo hacer mucho: entré al chat. Como siempre, minimicé las posibilidades de conocer a alguien que realmente valga la pena y de la nada se abre una ventana “surcoboy20” o algo así. ¿Qué será esto? Me pregunté, dispuesto a no negarle la conversación a una persona aparentemente normal. -¿Cómo estás?- me preguntó. –mal-, o –maso-, le respondí, no recuerdo, porque bien no me sentía tampoco. La conversación no sé cómo fue que siguió y siguió.

iBoy había estado en la misma Universidad que yo, era consumidor ocasional de droga, interesante, se sorprendió de que no haya fumado hierba estudiando en la universidad en la que estudio, y lo mejor de todo: “me pareces un chico lindo”, me dijo el muy imbécil. iBoy tenía 26 años, nos gustaba la misma cantante y al menos sabía quien era Gabriel García Márquez.

No sé quien de los dos dijo el “tienes Messenger?” si claro, me agregó el, o lo agregué yo, nos agregamos mutuamente. Ahí hablamos y le parecí más lindo aún. Maldito seas iBoy. ¿Así que querías escuchar mi voz, no? ¿Querías hablarme? Te hice caso iBoy. Acordarnos en meternos en una de esas líneas nasty de chat nastys y hablamos, “Tienes una voz linda” me dijiste. Ah! ¿Ahora quieres conocerme? ¿Me quieres ver? Ahí si la dudo querido iBoy, mi política de verme con alguien es un poco estricta; pero tu también me pareces lindo iBoy, y al parecer eres churro según la foto que me mandaste en la que casi no se te ve pero algo reflejas, y quiero permitirme pensar en alguien. “Te veo el lunes en El olivar?” No, no no no iBoy, detesto el parque Ke...ALO??????????

Se cortó, LA PUTA MADRE, iBoy, y no me atrevo a decir que me cortaste porque simplemente no lo creo. El lunes siguiente me fui al Olivar, no par a ver a mi supuesta cita, fui porque tenia que ver a ‘Magnolia’ obligadamente. Al terminar de ver a Magnolia, precavidamente me di una caminada a todo el parque para ir a mi jato, pero despreocupado, sin mirar a los lados a ver si te veía, sin sentarme a esperar a ver si aparecías, pero claro, con la ilusión de que aparezcas.

Pasaron los meses y el conato de ilusión se fue como se fueron las hojitas de los árboles alrededor de julio. Recuerdo que algunas dos o tres veces te debes haber conectado al Messenger, una o dos de esas veces te pasé la voz pero nunca contestaste, “en fin” me dije, nunca fuiste algo importante aparte de esas dos semanas que transcurrieron entre nuestro contacto verbal y ese lunes del Olivar.

Bendita seas Santa Rosita!!! Agosto vino con un milagrazo y todo gracias a ti, aunque no soy católico…fue una gran coincidencia. Un 29 de agosto webbin en la chamba te conectaste iBoy y como no podía perder nada te hablé. Wow! Hablamos una vez más de lo más paja, y hablamos tantas cosas y tan variadas que cuando digo la palabra casa es casi casi usando todas las acepciones de la palabra (casi, no absolutamente todas, no soy tan descarado para hacerlo en el trabajo). Al siguiente día, feriado, tuve que ir a trabajar, por lo que mi nick del Messenger era “Trabajando en Feriado”, noté que andabas online, pero ni cagando te hablaba iBoy, ya mucho arrastre, ahora te tocaba; y al parecer sabes lo que te corresponde, me encantó tu desparpajo al decirme “estamos cagados, yo también ando chambeando en trabajo”. Esa jornada fue un poquito más productiva y transgresora. Me encantas iBoy, me encanta tu desparpajo, las cochinadas que me dices, me haces volar de iBoy, sólo quiero verte, verte y desvestirte. Ah! ¿Estás en provincias por trabajo? ¿Te estás qué? No! no te pases pues ¿Qué? ¿Te excito? Tu a mi iBoy, tu a mí, y mucho, no sabes como quiero probar todas esas cosas dices saber hacer.

Eres como un fantasma. Eres como un eclipse ¿Vives de la intermitencia o qué? ¿Te olvidas tu clave o que cha’pasa? Te largaste y me dejaste arrecho, te pasas iBoy. No apareciste hasta noviembre, un martes 30. Yo andaba en casa de mi abuelita haciendo una visita relámpago antes de volver a la universidad, entro al Messenger y andabas por ahí rondando, no sé quién le habló a quien, pero me propusiste vernos de una vez por todas, ya, normal (a no ser por ese no se que me dan las encontradas con alguien que no conozco)


Esas encontradas, repito, no me gustan mucho, pienso que si uno es totalmente sincero puede ahorrarle muchos sinsabores a su interlocutor (y si los interlocutores fueran sinceros, viceversa). Por eso exigí ver tu hi5 y yo te di el mio, obviamente ¿Te gusto? Asu, le gusto, dice. Tú, sin embargo, me pareces normalón, tuve que pasarte por el arrobamiento de unas féminas para convencerme de que eras “churro”. Ah, tu novio también sale muy guapa en alguna de esas fotos.

¿¡QUÉ!? Te largas el domingo fuera del país por motivos de trabajo y vendrás sólo eventualmente dejando unos meses, tengo que conocerte a como de lugar, tengo que desechar mi código de ética y tirar contigo iBoy, tienes que ser mío. El viernes por la tarde entonces, te doy mi cel, tu no me das el tuyo porque según tú es el Nextel de tu trabajo…maricón.

Viernes dos de noviembre, cumpleaños de mi mejor amiga. Durante la media tarde estuve esperando mi celular, suena. ¿Aló?, sí señor, cómo no. Mi jefe. Me estresaste mucho, para qué lo voy a negar, te esperé, te esperé y mucho, como un estúpido. Ya en la tarde fui por mi mejor amiga y con mi otra mejor amiga salimos al San Antonio. Luego llegó el hermano de la cumpleañera y enamorado a la vez de mi otra mejor amiga. Algo vibra, sí! Eres tu iBoy, eres tu!!! -Aló?-
-Habla Mau-
-Ah, eres tu…-
Era mi mejor amigo, me llamaba para que lo acompañe a comprarle el regalo a su enamorada. Fui una mierda, fui una mierda con mi mejor amigo, ese “Ah, eres tu” fue totalmente cagón e inhumano con uno de los hombres que más quiero en el mundo…mi fiel y bobo mejor amigo, por una parte fue un alivio porque yo desaprobaba su relación con esa chica, en fin, no he venido a hablar de ti querido M.A.

iBoy desapareció de mi vida, hasta su recuerdo, pero como eres un fantasma, quise ver tu hi5, sólo para saber cómo estabas, si seguías tan guapo. Se te ve tan atractivo en traje de novio y viviendo en un país exótico lejos de Lima junto con tu esposa que es tan linda como tu; lo único que quiero es que no le hagas daño.


Esta canción tiene algo que ver con el...:



ahi dice q es de los beatles, NO! es de Simon and Garfunkle...

jueves, 5 de junio de 2008

We go to a hidden place

Todos tenemos un escondite, yo recuerdo que cuando era niño hacía una guarida entre el planchador de ropa y la cama de mi abuelito, el trecho era una frazada y con una lámpara de clip me ponía a leer, hasta ahora recuerdo, cuentos de mitología andina.

No sé cómo descubrí El Olivar de San Isidro, la cosa es que desde que lo encontré es mi lugar favorito.

El Olivar es un lugar calmo, misterioso, místico, hasta tenebroso, los árboles tienen una formas retorcidazas q…asu! Aquí (sí aquí, porque aquí estoy escribiendo este post) me gusta venir a pensar, a tener citas conmigo (y una frustrada con un idiota, luego hablaré de el). Ahora vendré con menor frecuencia: el consultorio de mi psicóloga queda aquí, encalvado en medio del parque, pero en dos semanas se muda para tener un consultorio más grande (y según yo más freudiano). Eso fue un golpe bajo, rastrero, lapidario, porque así me veía obligado a visitar una vez por semana y obligado a mi refugio verde, que ha sido testigo de mis dudas y alguna vez fue también receptor de unas incipientes lágrimas…pero eso no lo puedo afirmar, tal vez me equivoque.

El año pasado, alguien a quien quiero mucho (y espero que sea la editora de este blog como alguna vez acordamos) me jalaba en su carro cuando salíamos de clases todos los lunes (ella me las dictaba) hasta Aramburú con Vía Expresa, y yo me veía caminando hasta El olivar. Seguía de frente a Conquistadores y entraba a Don Mamino para comprarme un café y pancitos para tomar “desayuno”, a pesar de que ya casi era medio día, mientras esperaba leyendo un libro o escuchando música. Cuando tenía que, por fin, ver a mi doctora, no apartaba la mirada del pasto verde y las caprichosas formas de los olivos. (La aceituna es lo más asqueroso del mundo..!)

(vista desde mi banca)

Cuando me siento en “Mi” banca no dejo de pensar en que si tal vez mi novio aparecerá en cualquier momento, se sentará a mi lado, empezaremos a conversar y a conocernos mientras me invita un cigarro; es estúpido, pero como ando en búsqueda de novio (cómo se llama el blooog?) hay que ser un poquito congruentes ps. La semana pasada mi mejor amigo me jaló hasta su casa después del cumpleaños de mi mejor amiga, el vive por aquí, y a las 2 de la mañana no se me ocurrió mejor idea que caminarme todo el parque. Tenía sus ventajas: al no haber nadie podía cantar en voz alta. En el primer tramo (que en realidad sería el último) me arrepentí de mi decisión. Era absolutamente tenebroso, ahí se juntan dos olivos bordeando un caminito roto y las ramas te tocan la cabeza como dedos de ‘Dementores’, mientras que de sus troncos parece que saldrá en cualquier momento el Jinete sin cabeza de Sleepy Hallow. Paso por mi banca y la veo tranquila, parece indiferente a mi; yo, que te extraño banquita, que quiero escribir con liquid paper que eres mía, pero no lo hago por respeto al ornato público; pero al menos sé que no me negaras el favor de sentarme en ti, lo hago para amarrar mis zapatillas rotosas.

Ahora me toca dejar mi banca, no sin antes haberme comido un chocolate Princesa, unas Club Social y un Marlboro Light. Ya es tarde y tengo mucho frío. Hasta un próximo post.


La canción del lugar secreto:

miércoles, 4 de junio de 2008

Dancing with myself


Hoy en la tarde estuve con unos amigos en la universidad, luego fuimos por un café. Yo no quería tomar nada porque ya había quedado desde temprano, les dije que no podía, que ya iba a tomarme un café luego en San Isidro (estábamos en Surco). El chico que nos acompañaba dijo: 'Si no quiere tomar un café con nosotros ahora es porque, obviamente, tiene que tomarlo con alguien más'. Mi respuesta fue que no, que lo iba a tomar solo. Tenía una cita conmigo mismo.

Desde que vi a Carrie (Sarah Jessica Parker en 'Sex and the city') comiendo sola y triste por la calle de Paris porque había dejado atrás lo que más amaba: sus amigas, Nueva York...su vida entera, por el supuesto hombre perfecto; el hombre perfecto que la había dejado perfectamente plantada por sus obligaciones. No puedo quitarme esa escena de la cabeza ni de vagar yo también solo por las calles de Lima.

Tal vez esa sea mi escena favorita en mi serie favorita, la recuerdo perfectamente: el cielo tenía el color panza de burro limeño, Carrie tenía una vestido largo, rojo, con bolas grandes y negras (muy parisien) de Christian Lacroux, unos zapatos blancos de Christian Luboutin con los que pisó mierda justo después de que una niña le pegó en la cabeza, y en una mano llevaba una bolsita de papel con alguna clase de bakery. Desde ese día no puedo evitar caminar por el Olivar con una bolsa de papel con pancitos de Don Mamino y eventualmente un café.

Y es que tal vez esa escena significó mucho para alguien que se siente solo ý busca novio, porque Carrie tampoco tenía novio en strictu sensu porque su novio no era su novio, nunca estaba ahí en los momentos importantes (vean la seria, sobre todo los tres últimos capítulos)

¿Por qué no tener una cita contigo mismo? O si no es contigo fácil con tu mp3, con una peli o con un buen libro (así, puedo argumentar que las mejores citas que he tenido han sido con García Márquez). En este momento (31 de mayo de 2008 a las 8.48 p.m.) estoy teniendo una cita con Frank Sinatra, con Madonna, con los Presuntos Implicados, con The Pretenders, etc. Hoy salí con mi mp3 y hemos caminado juntos tal vez más de 100 cuadras aproximadamente; desde Benavides con Velasco Astete donde tomé el café con esta gente (NO! No fue en Starbucks…), hasta MI banca del Olivar.

Decir “Mi” banca es mucho: MI banca está ocupada por una pareja de enamorados, malditos!.

Hace frío, quisiera echarme, acurrucarme, oh! Unos brazos, necesito unos brazos, alguien que me abrace (ven! Por eso busco novio). Pero mientras no tenga uno creo que lo mejor que puedo hacer es ponerme mi swecher.

Si no tienen novios empiecen a ser buenos novios con ustedes mismos: salgan, diviértanse, ríanse, cuéntense un cuento (eso equivale a leer un libro), QUIERANSE!



Canción para caminar mientras se toma café o se come algo:

lunes, 2 de junio de 2008

Papá, soy gay...


Antes d siquiera pensar en decirles a mis papás sobre mi sexualidad yo ya estaba seguro de que me iban a botar d la casa. Las cosas, gracias a dios fueron muy distintas pero no menos dolorosas.

Tumbado en mi cama llorando por una depresión terrible, en esas cuando escuchas las canciones que más te hacen sufrir para ver si t animas a suicidarte, sólo podía llorarle a mi mamá y decirle “tu ya sabes mami”. Pero como para una madre no hay hijo feo…ni maricón, mi linda mami nunca supo nada. Pero mi papá sí. En verdad yo me moría por contarlo porque no me parecía justo vivir atormentado y pudriéndome por dentro a causa de una verdad tan válida como que 2 mas 2 es cuatro.

Conociendo el carácter más conciliador y sereno de mi papá y planeando todo milimétricamente le pregunté: “Papi ¿no has notado a mi mami medio deprimida, no te ha dicho nada de mi?” Extrañado, el pobre hombre me dijo que no, e inmediatamente el “¿Por qué?” que yo quería escuchar. “Ah, es que ayer m vio llorando porque me siento un poco mal”, le dije. La preocupación fue su primera reacción y también los ya sabidos “puedes confiar en mi” y “soy u padre y te amo pase lo que pase”.

Fue el momento perfecto para soltar el temido: “Soy gay papá”.
-¿Qué vamos a hacer pues? No tiene nada de malo, cálmate.

Los siguientes minutos fueron los más extraños de mi vida, es que no podía creer que yo estuviese hablando de esto con mi papá. El santo de mi viejo, en lo primero que se preocupó fue en que si estaba seguro (padre es padre pues), y en que si, confieso que me causó risa por dentro, no era porque alguna vez me hubieran violado. Luego la extrañísima pregunta “¿Ya tuviste sexo?”. Ya había sido demasiada sinceridad por el día, tocó decirle “no papi, cómo crees”, pero no tarde en decirle “si papi”.

Lo que me hizo amar más a ese hombre fue cuando comprendió que su hijo lo que tenía era una profunda soledad. Nunca unas palabras tan extrañas fueron a la vez tan reconfortantes “Anda buscándote a alguien, deberías de buscar un novio ¿no?”. Casi me caigo de espaldas, no sé si de la sorpresa o de la felicidad. No lo podía creer, mi papá ya sabía que era gay y al parecer hasta me estaba pidiendo yerno.

No aguanté la felicidad, me sequé todas las lágrimas y me fui al chifa.


Posteo aqui la, quizás, canción favorita te mi viejo, confieso que es la primera vez que la escucho completa...no soy muy retro, disculpenme los cultos.
Imagine - John Lennon & the Plastic Ono Band