lunes, 17 de agosto de 2009

Al maestro con cariño (y un poquito de lujuria)



Hasta el momento que entró al salón con sus pasos largos pero parsimoniosos y ademanes de gentleman inglés. Nunca me había metido, en mis 5 años de estudios universitarios nunca me había metido con un profesor no fijado, pero mis más allegados me habían dicho que el otro profesor era de lo peor, y así, cualquier no fijado iba a ser mejor que ese otro; además me caía perfecto porque me dejaba tiempo libre para poder tomar mi último curso de carrera con la profesora que me había enseñado el ciclo anterior y que es simplemente divina.


La clase estaba expectante, estábamos chicos de todos los grupos de la facultad, amigos en común, no tan amigos, amigos de sólo clase, amigos de toda la vida y amigos que nos volveríamos porque nos graduaremos juntos y nos une una carrera y un medio. Todos hablábamos, comentábamos las vacaciones, las chambas, los planes, la graduación, el último curso de la vida, etc., cuando se oyó el molesto ruido metálico que odio de las puertas con cerradura a presión, y que siempre trato de amortiguar con el sigilo de ladrón. Todos quedamos un poquito callados porque había entrado el profesor. Su camino lo tomó por el sendero implícito que formaba la hilera de mi carpeta con la de las carpetas vecinas, cuando pasó por mi lado no noté otra cosa más que su reloj grande, cuadrado, informal y a la vez muy elegante, y tampoco se podía obviar el brillo fulminante de un metal dorado.


Cuando pasó por mi lado jamás pensé que esa figura larga me quitaría el sueño e inspiraría este post. Llegó al frente del salón, dejó sus pertenencias minimalistas en el podio y giró con gracia hacia la clase y dijo, también graciosamente, “Buenas noches, soy el profesor no fijado” y nos mostró sus dientes hermosos. Sería que lo tenía muy lejos y que su aspecto, tal vez un poco esmirriado que al principio no me impactó, pero ese señor tiene algo, qué será, pero es algo que hipnotiza y que enamora. Mientras hablaba sobre su experiencia profesional (un curriculum envidiable el suyo) y las bases del curso se paseaba entre los corredores que formaban las carpetas y se fue acercando hacia mí. No recuerdo como fue que me di cuenta de que era absoluta y perturbadoramente hermoso, sólo recuerdo que le mandé un mensaje a una amiga de clase “qué churro el profe!!!”, ella me respondió igual.


Era imposible no mirarlo, no sonreírle, para mi era imposible no ver su reloj (hasta el último día de la clase auscultaba entre las mangas de su camisa para ver que marca era, no lo logré) ni ver el anillo que lucía inmenso en su anular. El anillo en cuestión, más fatal que el de Sauron, era, aparentemente un anillo normal, pero en su mano se veía descomunal, no sé si el anillo era en realidad muy grande, o si sus dedos eran muy delgados (cosa que dudo pues hasta sus manos son perfectas), pero esa joyita lucía, como dije, descomunal.
Ese hombre es perfecto. Es guapo, inteligente, sencillo, amable, hermoso, educado, con plata, con experiencia, un puestazo, comprensivo, amigable…en fin, qué más puedo decir? No me alcanzan adjetivos para describir a mi profe…aunque debería agregar un adjetivo que, si bien no es un posesivo, sí lo es: CASADO.


Mi profe está casado y tiene un hogar feliz, digno de una portada de Cosas. Uno comprende perfectamente la situación, pero los ojitos se hicieron para ver y uno no decide sobre el gusto; así que mi profe, casado y todo, me gustaba y me moría por él. Obviamente es un imposible, pero…mirando, es decir: tomando atención a cada detalle de la clase, y sobre todo, sacando provecho de las asesorías, no le hago daño a nadie y puedo sentir un poquito del síndrome de Stendhal para calmar mis deseos. Es el puro goce estético de sentir a mi profe a mi lado, de ver su sonrisa y abstraerme en sus dientes, saber que me estima y conversar sobre las tendencias del mercado y del medio actualmente. Realmente yo sentía algo muy especial por él, tanto por las razones que he mencionado, y también porque se mostraba muy amable, muy accesible, dispuesto a ayudar y a conversar y pues, no sólo conmigo, sino con toda la clase, aparte de hermoso, entonces, un profesor genial.


Creo que nunca me había esforzado tanto en un curso, tomaba la lista, él me llamaba para avisar que estaba tarde, si yo también estaba tarde llamaba a alguien que esté temprano para que avise a todos que ambos estábamos tarde y no se impacientes. Un día de clase, al final, yo bajé los escalones de la clase a entregarle un documento “gracias amigo!” me dijo, “ok, chau profe”, con mi mejor sonrisa, pero al voltear su brazo me detuvo y me dijo: “cómo va tu chamba”, es que sucede que estaba un poco desesperado con el trabajo final, lo hallaba bastante confuso y no encontraba un norte, y nos quedamos conversando de mis avances, consejos, y como ya había hecho hallazgos interesantes, nos quedamos hablando de ellos. Al acabar nuestra corta conversación “Chau muchachón!”, me volteé, comencé a subir las gradas del salón/auditorio y solté un sonoro suspiro, el cual espero no haya escuchado…más que subir los escalones yo flotaba en el aire…


El ciclo acabó, yo acabé enamorado de mi profesor, pero entendiendo perfectamente que era un imposible, era como enamorarse de Alejandro Sanz o algo así, con la diferencia que éste al menos era mi amigo. Dentro de todo mi enamoramiento lo tomo como broma, como una anécdota graciosa, un imposible obvio, pero como dice el señor que mencioné líneas arriba: “Es tan bonito esto de soñar”…

jueves, 13 de agosto de 2009

Invitación

Hola a todos!
Los invito a la fiesta 'Diversa' por el aniversario número 11 de los chicos de GPUC.
Será este sábado (saaabado sabadooo) 15 de agosto en Legendaris. La entrada está 10 soles toda la noche y es para los fondos que genera un grupo humano tan interesante como GPUC.
Ya sabes, anda y diviértete


Atte,
Yo y Alex, alias ex-secretapresencia.

jueves, 6 de agosto de 2009

Para todo lo demás existe...la plata



Corte de pelo: 40 soles. Outfit (con la opción de volverlo a usar y/o combinarlo): 350 soles. Taxis: 15 soles. Entrada a Lola: 20 soles. Un Mojito: 16 soles.
…ENCONTRAR NOVIO NO TIENE PRECIO!!!



El dinero no compra la felicidad, pero ayuda a conseguirla. Creo que no es una frase tan descabellada, depende también de los gustos que uno tenga y de los ingresos, claro; y en mi caso mis gustos son egresos cuantiosos. Me voy dando cuenta por qué no difieren mucho las palabras gusto y gasto.

Me genera una angustia tremenda saber que tengo que juntar plata para pagar mi entrada a Juan Luis Guerra, The Killers, posiblemente meterme a un gimnasio local y también, posiblemente, comprarme un aparatejo. (y me acabo de acordar que quiero unas zapatillas y por qué no, un polito nuevo). Me estresa pensar que, no sé cómo (y gracias a dios) tengo un poco de plata en el banco, un poco más de lo que me esperaba, pero definitivamente no me alcanza para tanto…bendito seas, julio, que vienes con gratificación. Porque ahora se ha vuelto una necesidad imperante por ahí a ver si algo pesco, es una opción que brinda un margen de posibilidad que quedarse uno en casa, además, uno se des estresa sudando en alguna pista de baile.

Todos los fines de semana mis amigos cumplimos el ritual de mandar alertas, mensajes por Messenger y ese tipo de cosas para llegar a saber qué hacemos en la noche de los sábados y a veces los viernes. La cosa es que mis amigos son de gustos más conservadores, es decir: heterosexuales, y con suerte convenzo a mi mejor amiga para ir a La Sede, dicho sea de paso, estamos de luto pues la han cerrado. Y al igual que ella me decía “Qué hombre voy a encontrar acá!!?”, cuando íbamos a La Sede; lo mismo les pregunto yo: “Qué gay voy a conocer acá!!?” cuando estamos en Ayahuasca, o comiendo por ahí.

Pero como la esperanza es lo último que se pierde, y eso del pensamiento positivo está de moda siempre, antes de salir digo “Anda, puede que ahí esté el amor de tu vida”, y termino despilfarrando mi modesto dinero y el amor, por ningún lado.

La semana pasada salí con un buen amigo, a quien le dedico este post, pues fue también a través de este superfluo blog que lo conocí y ya van tres salidas juntos. La cosa es que fuimos este sábado a Lola y vi a mi chato. Mi chato estaba en la barra a la hora que llegué, solito mi chato, y a mi me llamó la atención que esté ahí solo, sin hablar con nadie. Luego lo vi rondando por las plásticas instalaciones de Lola mirando a mi chato, yo sentado en las escaleras, el subía, el volteaba, yo retorcedía, el bajó y yo…subí a bailar. Bailando, bailando me olvidé de mi chato mientras mi amigo, a quien llamaré Pedro, que bailaba conmigo se quedó pegado cuando le dije que los dos apuestos caballeritos que bailaban junto a nosotros hablaban portugués. Pedro se emocionó tanto que cuando la pareja bajó él me dijo: “hay que seguirlos!” y yo pues, bajé con él. Nos quedamos parados en la barra frente al ‘arco’(?) junto con esos dos brasileños y pues que palta, entonces escuché un “tururururuuuuururuuuu JUST DANCE!” y me disparé a la pista de baile porque esa canción me hace mover el cuerpo, y parado, como siempre, silente, estaba mi chato de polito azul en cuello V y cabello corto negro mientras yo bailaba junto a él pues esa salita donde se baila estaba reventando de gente ansiosa. Yo sé que debí hablarte chato, pero también tú pudiste moverte un poco junto a mí. El chato caminó hacia adelante, sereno y de frente, mientras yo seguía bailando y mirándolo, ahora nuevamente con Pedro y los dos brasileños, a quienes Pedro ya había abordado con un (asumo) impecable portugués. Yo que soy bastante negativo en este tipo de cosas podría ASEGURAR que, mientras yo miraba al chato parado en la barra y teniendo la ilusión óptica de que hablaba con un grupo, el volteó y durante unos momentos me miraba también.

Estuve como un estúpido pensando en cómo hablarle, en qué roche y me dije “a la mierda brasileños…buscaré a mi chato”, y mi chato no estaba más, subí y no había chato, tal vez se perdía en la multitud…pero tampoco era tan chato. Prometí a diosito decirle “hola” si hacía que pase una vez más frente a mi, pero ya no había chato.

Qué horrible es desperdiciar posibilidades. Por eso, este sábado volveré a gastar como buen perteneciente a la PEA y contribuyente de la SUNAT. Este sábado tendré que volver a activar toda la maquinaria económica que involucra mi trabajo de lunes a viernes, al cajero automático de que saco la plata que me pagan mes a mes, y que proviene de las ventas de mi chamba, a la que tal vez mi chato fue a consumir alguna vez y pagó con un billete de, digamos 50 soles, billetito que hizo engordar las cajas de la empresa, cajas que fueron transportadas por dos wachimanes apretaditos de Prosegur para que luego sean vaciadas en las bóvedas de un banco local, que decidió que parte de ese dinero sea repartido entre los cajeros automáticos de cierta zona de la ciudad, en la que, coincidentemente iré yo el sábado a retirar los 50 soles con los que mi chato pagó los servicios de la empresa en la que chambeo ahora. Cincuenta soles que ese día servirán para pagar mi entrada a Lola a donde iré a probar suerte y ver si lo encuentro y le digo “hola, pensé toda la semana en ti”.
--
* Foto: "Pay for Love" by nathi_rhapsody. En Flickr.com
P.D.: Si tu, que lees este post, estuviste el sábado 1 (y la madrugada del 2) de agosto en Lola, si no tienes mucha estatura, si estabas usando un polo azul con cuello V que decía "Mossimo" en la aprte de atrás, si estabas solo y rondando y te cruzaste miradas conmigo más de una vez, escríbeme...te invito a comer algo :P
P.D.2: Estoy escribiendo después de siglos. En vdd los últimos días de universidad y la chamba no me dejaban escribir y mucho menos pensar, pero ahora me he dado cuenta de que ando en una crisis medio creativa, ni sabía cómo empezar este post, espero que les guste.
P.D.3: Saludos a todos.
P.D.4: Alguien sabe por qué cerró La Sedeeeeee? esto es terrible!!!